Los lentes son una inversión en tu salud visual y también en tu comodidad diaria. Pero, aunque parezca sencillo usarlos, hay hábitos que, sin darte cuenta, pueden estar dañándolos… o incluso afectando tu visión. Desde limpiarlos mal hasta usarlos en la cabeza, hay errores comunes que todos cometemos.
¿Te ha pasado? No te preocupes, aquí te contamos cuáles son los errores más frecuentes al usar lentes y, lo más importante, cómo evitarlos para que tus lentes duren más y se mantengan como nuevos.
1. Limpiarlos con la ropa (¡o servilletas!)
Sí, es rápido… pero también muy dañino. Limpiar tus lentes con la camiseta o una toallita de papel puede rayar las micas y reducir su claridad con el tiempo.
Qué hacer en su lugar:
- Usa un paño de microfibra.
- Límpialos con agua y jabón neutro o líquido especializado para lentes.
2. Quitártelos con una sola mano
Puede parecer un gesto insignificante, pero al hacerlo constantemente puedes deformar los armazones y hacer que se aflojen o pierdan el ajuste.
Recomendación:
- Siempre retira y coloca tus lentes con ambas manos.
- Así mantendrás su forma original por más tiempo.
3. Dejarlos en cualquier superficie (¡o boca abajo!)
Dejar tus lentes sin estuche o con las micas hacia abajo es garantía de rayones, polvo, o incluso caídas accidentales.
Solución rápida:
- Guarda siempre tus lentes en su estuche cuando no los uses.
- Si los dejas sobre una mesa, que sea con las micas hacia arriba.
4. Usarlos como diadema
Sabemos que a veces quieres despejar tu vista, pero llevar los lentes sobre la cabeza afloja las varillas y puede deformar la montura.
Mejor opción:
- Retíralos y guárdalos en su estuche o cuélgalos en una cadena diseñada para lentes.
5. Exponerlos al calor extremo
Dejarlos en el coche, cerca de la estufa o bajo el sol puede deformar las micas, dañar los tratamientos antirreflejo y alterar la montura.
Evítalo así:
- Mantén tus lentes alejados de fuentes de calor.
- Nunca los limpies con agua caliente.
6. No ajustarlos cuando están flojos
¿Sientes que se caen o están flojos? Usarlos así puede afectar tu postura, tu visión y también dañarlos más rápidamente.
Consejo útil:
- Si notas que se mueven mucho, acude a una óptica para ajustarlos correctamente.
- Un buen ajuste mejora la experiencia visual y evita accidentes.
7. No limpiarlos con frecuencia
Acumular polvo, grasa o residuos no solo los vuelve incómodos, también afecta la calidad visual e incluso puede provocar infecciones oculares.
Solución práctica:
- Límpialos todos los días al empezar tu jornada.
- Usa productos adecuados para no dañar los tratamientos de tus micas.
8. No revisar tus lentes con el tiempo
El desgaste natural o pequeños daños pueden pasar desapercibidos… hasta que se vuelven un problema.
Lo ideal:
- Revisa cada tanto tus lentes para detectar rayones, piezas flojas o pérdida de claridad.
- Si tus lentes ya no se ven bien o te incomodan, tal vez es momento de renovarlos.
En resumen…
Cuidar tus lentes no requiere grandes esfuerzos, pero sí atención a los detalles. Evitar estos errores comunes puede marcar una gran diferencia en la durabilidad de tus lentes y en tu experiencia visual diaria.
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